Welcome!

Te invito a que te des un garbeo por este territorio fronterizo, donde encontrarás algunas cosillas mías, las de otros y tal vez algunas tuyas, si quieres. Además, también iré colgando algunas de las cosas que despierten mi curiosidad, confirmen o desafíen mi pensamiento y mis creencias, o me generen algún cosquilleoCuando te apetezca acompañarme, ten a mano los auriculares, sobretodo si quieres escuchar bien los mélanges (sorry, pero en ese tema no he aprendido nada nuevo). Y si no visualizas bien la página, cambia la resolución de tu pantalla a 1280 x 1024. Hala pues!, sírvete un drink, unas almendritas o prende un cigarrillo, y pincha el gadget, que esto despega ya...

Aquí el Mix: Una altra galaxia (Pastora)© + Apolo XI.
Aquí el video y la letra en castellano
"Lo que uno ya es incapaz de contar con el cuerpo y el espíritu termina contándolo con la música" S.Marai

26 mayo 2015

Resistir para cuidarse

Josep Ma. Esquirol está de bolos con motivo de la publicación de su nuevo libro La resistencia íntima. Ensayo de una filosofía de la proximidad (Acantilado, 2015)
Un título bien elocuente que recoge el runrún de este filósofo de la experiencia que habla de la intemperie y el desamparo de la condición humana, del resistir desde la fragilidad, del cuidar y cuidarse, de la proximidad con los demás, de la atención al otro .... porque 'nadie se aguanta solo'.

Es autor de los libros  Uno mismo y los otros (Herder, 2005), El respeto o la mirada atenta (Gedisa, 2006),  El respirar de los días (Paidós, 2009) y Los filósofos contemporáneos y la técnica (Gedisa, 2012)

Te invito a conocerle en esta interesante entrevista de El estado mental, que empieza así:

“HAY QUE RESISTIR ANTE EL DOMINIO DE LA ACTUALIDAD”

Existe el rebelde discreto? ¿Un rebelde que no levante pancartas ni grite consignas ni discuta sobre Podemos y las elecciones andaluzas? En la Universidad de Barcelona hay uno: lleva treinta años dando clase y en ese tiempo se ha convertido en maestro y filósofo. Como muchos académicos, empezó escribiendo sobre lo que otros habían dicho: Kojève, Arendt, Lévinas... Pero su palabra se ha ido haciendo fuerte en sus últimos libros y finalmente ha cristalizado en La resistencia íntima, publicado recientemente por Acantilado. En este ensayo, Esquirol se suma con voz propia al diálogo de la filosofía contemporánea, desde Nietzsche hasta Foucault, y sienta las bases de una filosofía de la proximidad, una respuesta al nihilismo que pone el énfasis en la cotidianeidad, el cuidado, la relación con el otro, la diferencia, el amparo... La resistencia íntima es resistencia ante la disgregación del ser y el contentamiento masivo, ante la abstracción desconectada de la vida y la homogeneidad del mundo tecnificado: "El resistente se resiste al dominio y a la victoria del egoísmo, a la indiferencia, al imperio de la actualidad y a la ceguera del destino, a la retórica sin palabra, al absurdo, al mal y a la injusticia". La resistencia de Esquirol consiste en mantener un espacio al margen para poder pensar. Decía Adorno que "quien piensa no está airado en la crítica: el pensamiento ha sublimado la ira." La resistencia íntima es este esfuerzo por pensar, algo que para algunos —se  reía Adorno— "exige demasiado trabajo, es demasiado práctico."

Canciones para no dormir. La ELO

For you Johnny!

                                     

Lo bueno y lo malo. Una fábula

Cuenta la leyenda que había una vez un granjero que tenía un viejo caballo para cultivar sus campos. La gente, al verlo montado sobre él, le decía: -¡Qué buena suerte tienes por tener un caballo y qué mala suerte tenemos nosotros por no tenerlo!
Un día el caballo escapó del corral hasta la llanura. Cuando los vecinos se acercaron para condolerse por su mala suerte y lamentar su desgracia, el granjero replicó:
 -¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe? Yo no sé.
 Los vecinos se alejaron sin entender lo que quiso decir.
 Pasada una semana, el caballo regresó hambriento de las llanuras trayendo consigo cuatro caballos salvajes que se metieron al corral del granjero. Claro está que los vecinos fueron a felicitarlo.
 -Nos equivocamos la vez pasada. En realidad qué buena suerte que se haya ido y mejor suerte que haya regresado el caballo acompañado por cuatro más.
 El granjero respondió de nuevo:
 -¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe? Yo no sé.
 Pero los vecinos seguían sin entender.
En el transcurso de esa semana, el hijo del granjero intentó domesticar a uno de los caballos salvajes, éste lo aventó al aire y al caer se rompió ambas piernas. Claro está que todo el pueblo consideró el hecho como una desgracia. Sin embargo, el granjero dijo una vez más:
 -¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe? Yo no sé.
 Unos días más tarde llegó el ejercito a reclutar a todos los jóvenes, porque el país se había declarado en guerra. Al ver al hijo del granjero con las piernas rotas, no lo llamaron.

12 mayo 2015

Circuito poético

A partir de esta hermosa canción, Memorias del olvido