
En esta época toca preparar la confitura de higos, aunque este año se están haciendo de rogar. Por lo visto, la climatología no ha acompañado lo suficiente y este año dicen que no son tan buenos como otros. Y además, no hay muchos. Pero los suficientes como para preparar la deliciosa confitura de higos, azahar y canela. Siempre en edición limitada y en botes pequeños.


Me gusta que la textura de la confitura sea espesa, gorda, esa en la que encuentras trocitos de fruta. La cantidad de azúcar que uso siempre es la mitad, o incluso menos, de la cantidad de fruta. No uso pectina y el tiempo de cocción siempre lo hago a ojo. Por eso siempre me sale diferente. A veces hiervo los botes al baño María para que se conserven más tiempo. Pero la mayoría de las veces, simplemente los pongo boca abajo durante 24 horas para que se haga el vacío, y así se pueden conservar un año aprox.
Esta confitura combina estupendamente con un buen queso fresco o mató, del estilo de los de la Granja Armengol