El triunfo de los antisociales
El
complemento más honesto de las redes sociales está aquí. Venía
haciendo falta algún accesorio, app o widget que
pusiera coto al "todos somos amigos", "qué buenas personas
somos" , "a ver si coincidimos todos en algún sitio y nos tomamos
algo" que estaban en el ADN de Facebook, Instagram o Foursquare.
Hacía
falta un servicio que nos hiciera más fácil hacer realidad el soberano deseo de
no querer ver a otra persona ni en pintura. Algún servicio de
geolocalización que nos permitiera correr (o caminar elegantemente) en sentido
contrario de un ex, de un antiguo amigo o, llegado el caso, de un jefe. Y esa
obra social, queridos lectores, ha llegado y se llama Cloak, una
palabra que pudiéramos traducir al castellano como capote o tapadera. Su
eslogan promete que nos ayudará a pasar de incógnitos en la vida real. Nada más
y nada menos.
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