-Estaría bien saber -prosigue el general, como
si estuviera discutiendo consigo mismo-si de verdad existe la amistad. No me refiero al placer
momentáneo que sienten dos personas que se encuentran por casualidad, a la
alegría que les embarga porque en un momento dado de su vida comparten las
mismas ideas acerca de ciertas cuestiones, o porque comparten sus gustos y sus
aficiones. Eso todavía no es amistad. A veces pienso que la amistad es la
relación más intensa de la vida... y que por eso se presenta en tan pocas
ocasiones. ¿Qué se esconde detrás de la amistad? ¿Simpatía? Se trata de una
palabra hueca, poco consistente, cuyo contenido no puede ser suficiente para
que dos personas se mantengan unidas, incluso en las situaciones más adversas,
ayudándose y apoyándose de por vida... ¿por pura simpatía? ¿O se trata quizás
de otra cosa? (…) la amistad es la relación mas noble que pueda
haber entre los seres humanos.
(…) Las relaciones basadas en la simpatia que he visto nacer y desarrollarse entre los seres humanos han terminado ahogándose invariablemen en los cenagales de la egolatría y de la vanidad. El compañerismo y la camaradería adquieren en ocasiones el aspecto de la amistad. Los intereses en común pueden producir situaciones humanas que se parecen a la amistad. También la soledad hace que las personas se refugien en relaciones mas íntimas: al final se arrepienten, aunque al principio crean que esa intimidad es ya una forma de amistad. Claro, todo esto no tiene nada que ver con la verdadera amistad.