Mientras este filósofo apuesta por la lectura y la monotarea, la industria digital se rearma con esta solución : 'Ocho apps para que seas más productivo'
La Vanguardia
Operación lectura
El filósofo Roberto Casati clama en 'Elogio del papel' por recuperar el libro y la atención
LA ATENCIÓN
¿Hemos aniquilado un buen recurso de nuestra mente?
Uno de los pilares de Elogio del papel es el llamamiento a recuperar la capacidad de atender. En opinión de Casati, la expansión de la digitalización ha comportado nuestra permanente dependencia de estímulos electrónicos, bolsillos que emiten señales sonoras a todas horas, teléfonos convertidos en extensiones reales de nuestras extremidades, pantallas que nos comunican con amigos, medios de comunicación, redes sociales, juegos on line, lecturas (por supuesto)... "La atención es nuestro recurso más preciado". Protegerla "debe ser la prioridad de todos", exclama.
Entrevistado por correo electrónico, Casati recuerda la obviedad de que "hay cosas difíciles de aprender, que no se pueden absorber sin esfuerzo. Trate de aprender a tocar el violín sin esfuerzo. La vida está llena de cosas interesantes, pero muchas no son asumibles con facilidad. Los retos de aprendizaje son los que hacen la mayoría de las cosas interesantes". "Mi preocupación -añade- es que los estudiantes jóvenes necesitan aprender la lectura en profundidad para poder aprender cosas en profundidad". En este sentido, el actual director del CNRS celebra que una encuesta reciente realizada entre estudiantes americanos revela que ya prefieren la lectura en papel.
Casati apuesta por ello por la recuperación de la capacidad de pensar en una sola cosa y clama porque la escuela sea algo así como una zona descontaminada de la imparable digitalización. Al llegar a la universidad, un estudiante americano tiene detrás 5.000 horas de lectura, pero ¡10.000 de videojuegos y 20.000 de televisión!, explica el libro.
Hay cosas, subraya, "que no se hacen en la escuela y se hacen fuera de ella: mirar la televisión o recibir la visita de los abuelos".
En el libro, apenas 224 páginas, Casati carga también contra el cacareado multitasking: "No es natural en el ser humano, de manera que exige una energía especial". "El cerebro humano -amplía en sus respuestas- hace un buen montón de multitareas (o procesamientos en paralelo), pero la mayor parte es inconsciente, y mejor que así sea: no hace falta pensar qué músculos necesitas para estar de pie, de modo que la multitarea consciente simplemente es inexistente. No realizas varias tareas, sino que vas y vuelves de una a otra, y la conmutación de tareas es costosa, ya que cada interruptor toma tiempo y energía. Al final del día, es mucho mejor si completas una tarea antes de pasar a la siguiente".
"El problema es que el mito de la multitarea impregna el mundo de los negocios y los medios de comunicación y está entrando en la escuela a través de tabletas y otros dispositivos. Bueno, la solución es simple, mantenga los dispositivos de antiatención fuera de la escuela". "No existen atajos para una educación de calidad", sentencia.
La digitalización tiene aún otra secuela importante, que es la anulación de la división entre vida laboral y vida privada. Llevamos en el bolsillo la agenda y el correo electrónico, cosa que hace dos, tres o cinco años no ocurría.
