Anna escribe esta anécdota de viaje:
"Era verano, nos
dirigíamos a Zanzíbar en un vuelo charter directo y económico. El avión
era enorme, habían tres hileras de asientos, una central de cuatro pasajeros y
dos laterales de tres. Nosotros nos toco la hilera lateral de tres. Yo iba
sentada en el centro, mi ex- pareja a mi izquierda, y a mi derecha un chico
bajito, de unos treinta y pico que miraba constantemente por la ventana.
Después de tres horas de vuelo, nos cogió hambre, y aquello que dicen"
mujer prevenida vale por dos", en mi caso se cumple. Siempre viajo con
sobres de embutidos ibéricos cerrados al vacío, vaya donde vaya.
Pues bien cogí un sobre
de Jabugo y uno de caña de lomo, saqué tostadas, servilletas y lo primero
que hice fue ofrecerle al chico que tenía a mi lado.
Le dije: ¿te apetece comer algo con nosotros? Y me contesto amablemente: no gracias, yo trabajo en el hotel y precisamente vengo de Mallorca , mi casa y me incorporo esta noche al trabajo, y siempre al estar en casa la familia ya se encarga de alimentarme al máximo con productos que no se encuentran en África.
Le dije: ¿te apetece comer algo con nosotros? Y me contesto amablemente: no gracias, yo trabajo en el hotel y precisamente vengo de Mallorca , mi casa y me incorporo esta noche al trabajo, y siempre al estar en casa la familia ya se encarga de alimentarme al máximo con productos que no se encuentran en África.
Entonces yo aproveche
para decirle: así tu conoces el hotel, ¿Es bonito ? Y me contesto, si mucho, y
yo le dije " que eres ¿camarero?” Y me contesto, “más o menos”. Nos
presentamos y yo le dije que me llamaba Anna y mi ex Juan.
Bueno seguimos el viaje y
al fin llegamos al hotel, nos despedimos del chico y nos acomodamos en la
habitación, el hotel si que era precioso!!!!!
Después de la cena, nos
dirigimos todos los recién llegados a la sala de actos, pues nos daban la
bienvenida el director del hotel. Pasamos y nos sentamos en primera fila, la
sala se fue llenando y por fin todos colocados a la espera de la reunión y con
la ilusión de pasar siete días a lo grande.
Una señorita aparece por
la puerta, se presenta como Vice-directora y da paso al director.........en
aquel momento, me quería morir.....aparece el chico de mi lado del
avión!!!!!!!! Yo mirando al suelo, mi ex riéndose y el director da la
bienvenida a todos, y dice: antes de todo quiero saludar a mis compañeros de
viaje Anna y Juan ( señalándonos con el dedo y con una gran sonrisa de
complicidad) por su amabilidad durante el viaje, y decirles que antes de
ser director, empecé como camarero y ya llevo en este cargo cinco
años........
Jamás volveré a
interrogar a ningún compañero de asiento, pero seguiré ofreciendo Jabugo,
seguro que si!"