Antonio Dyaz escribe en Yorokobu
La soledad es uno de los
grandes males de las urbes modernas y masificadas. Cuanto más populosas
son las ciudades, paradójicamente encontramos más personas solas, cuyos
cadáveres se descubren a veces semanas después de su fallecimiento. Y no
solo ancianos desatendidos, sino singles que comparten su vida como
mucho con un gato o con un perro.
Y también está quien tiene recursos económicos de sobra, pero
precisamente por eso no tiene tiempo de apuntarse a un club social o de
hacer actividades para conocer gente, y entonces contrata el servicio
del amigo de alquiler.
No hablamos de voluntariado ni tampoco de escort o
prostitución encubierta, hablamos de una zona intermedia entre todo eso;
alquilar servicios de amistad para quien no tiene amigos o no dispone
del tiempo suficiente para buscarlos y cultivarlos.
Esto da lugar a situaciones extrañas, sobre todo al terminar la cita,
momento en el que hay que buscar en la cartera los 50 euros (mínimo) y
dárselos a nuestro «amigo» o «amiga». En la película Familia
(1996) Fernando León de Aranoa ya exploraba esta posibilidad aplicada a
todo el entorno de parentescos con el protagonista Juan Luis Galiardo.
El caso es que rentafriend.com tiene más de 26.000
miembros en Reino Unido, que pagan unos 20 euros al mes por acceder a la
página, donde vienen perfiles con información acerca color de pelo,
tipo de figura, estatura y una breve biografía de cada aspirante.
La web calcula que alguien que se dedique a tiempo completo a ser un amigo de alquiler puede ganar casi cien mil euros anuales. No está mal, aunque para ello hay que tener habilidades sociales, excelente presencia, idiomas, cultura… y mucho tiempo libre.
También hay miembros que están dispuestos a pagar solo por mantener
una correspondencia regular por correo electrónico, por lo que pueden
llegar a pagar hasta 120 euros al mes, lo que indudablemente recuerda a
Joaquin Phoenix en Her (Spike Jonze, 2014) redactando cartas y
cobrando un salario por ello. De nuevo la soledad, y de nuevo la
tecnología para aliviarla… previo pago.
En la web se pueden apuntar tanto quienes ofrecen la amistad a cambio
de dinero como quienes necesitan amigos. Puede ser para acompañar en
una cena o ir al teatro, o a un partido de rugby o para no asistir solo a
la boda de un pariente. Por supuesto si hay química la cosa puede ir más lejos y terminar en la cama, lo que complica emocional y éticamente el momento de sacar la cartera…
La empresa detrás de rentafriend.com funciona viento
en popa, pero plantea interrogantes éticos. La mercantilización de la
amistad es un efecto colateral peligroso: ¿qué pasa si durante esas
citas surge la chispa de una verdadera empatía… o incluso de una
relación sentimental? ¿En qué momento dejaríamos de pagar por la
compañía de esa persona, para sentirnos con pleno derecho a disfrutar
«gratis» de su tiempo y atenciones?
Al fundador J.Rosenbaum, de Nueva Jersey, que lleva
montando páginas de contactos desde 2009, la idea le vino de Japón,
donde el tiempo libre escasea. Allí llegan más lejos y ofrecen miembros
de familia de modo permanente. Esto es especialmente útil en caso de
divorcio, muerte o cualquier situación en la que un pariente ya no está
con nosotros… pero nos gustaría. Puede parecer insano y de hecho es
probablemente insano. Pero hay muchas cosas insanas que practicamos y
nos hacen la vida más llevadera ¿o no?
Se dice que nuestra cultura latina es más inclusiva que la
anglosajona, por lo que lugares como Londres o Nueva York son ideales
para estos servicios… pero también en nuestro país estamos
experimentando un incremento de la presión laboral y profesional que
perjudica el tiempo libre para buscar y disfrutar de los amigos.
La web advierte de que es preciso utilizar el sentido común que, como
todo el mundo sabe, es el menos común de los sentidos, a la hora de
mantener las distancias entre el «amigo» y el «contratante».
En España todavía no ha desembarcado una propuesta similar, pero es
cuestión de tiempo. Si alguien se anima después de leer este artículo le
ruego que me lo hagan saber, porque últimamente aunque me sobra el
dinero me siento muy solo…
Welcome!
Te invito a que te des un garbeo por este territorio fronterizo, donde encontrarás algunas cosillas mías, las de otros y tal vez algunas tuyas, si quieres. Además, también iré colgando algunas de las cosas que despierten mi curiosidad, confirmen o desafíen mi pensamiento y mis creencias, o me generen algún cosquilleoCuando te apetezca acompañarme, ten a mano los auriculares, sobretodo si quieres escuchar bien los mélanges (sorry, pero en ese tema no he aprendido nada nuevo). Y si no visualizas bien la página, cambia la resolución de tu pantalla a 1280 x 1024. Hala pues!, sírvete un drink, unas almendritas o prende un cigarrillo, y pincha el gadget, que esto despega ya...