El paisaje ha muerto. Ha sido suplantado
por whatsapp. Millones de personas caminan hoy con la cabeza inclinada hacia el
suelo y las dos manos recogidas ante el abdomen. No están rezando. Están
mirando su móvil. Es el ‘distracted walking’, ‘dumbwalking’,
‘zombiewalking’ o, en castellano, ‘caminante zombie’ o ‘andante con móvil’.
El
53% de los usuarios de móvil chocan o tropiezan por la calle mientras
van mirando su dispositivo, según un estudio de Pew Research. Y, hoy, escenas como esta no resultan
tan insólitas:
La calle es un lugar estricto y pide al peatón que mire muy bien por dónde anda. A principios del siglo pasado la industria automovilística emprendió una auténtica cruzada contra el caminante despistado. Lo llamó jaywalker y lo ridiculizó asociándolo a la figura de un ‘paleto’ que, al llegar a la ciudad, queda maravillado y empieza a mirar a todos lados como si hubiese descubierto un nuevo mundo. Al quedar anonadado por los edificios y las tiendas, no atendía a los coches que pasaban por su lado y… ¡Crash! Accidente.
La nueva figura del caminante despistado ya no dispersa su atención en todo lo que le rodea. Al revés. No sabe ni qué tiene a
Las autoridades de algunas ciudades han intentado, en los últimos años, que sus habitantes levanten la mirada del smartphone. «El verano pasado colocaron en San Javier (Murcia) una especie de señal de tráfico que decía: ‘Atención Peatón, preste atención mientras camina. Su whatsapp puede esperar’ y en la City de Londres acolcharon semáforos y otros elementos del mobiliario urbano para que no se dañaran los accidentados», cuenta Mauro Fuentes, director de Social@ogilvy.
NTT Docomo intentó representar, hace unos meses, cómo sería un mundo de ‘zombiewalkers’. La operadora japonesa realizó una animación en la que mostraba uno de los cruces más concurridos del mundo, el de Shibuya, en Tokio, y el desorden y los accidentes que se producirían entre los ‘andantes con móvil’.
Hay muchas más aplicaciones de este tipo que muestran vídeo en directo mientras una persona está escribiendo un mensaje. Pero, según algunos medios de tecnología como Appleinsider, Apple podría ir más allá e integrar esta función en sus próximos modelos.
El móvil también está modificando la forma de caminar. Un reciente estudio de la Universidad de Queensland (Australia) reveló que leer y escribir mientras una persona va andando reduce la velocidad de su paso y hace desvíos innecesarios. La postura corporal también cambia (ya se habla de textneck para referirse al cuello curvado hacia el suelo mientras se escribe un mensaje) y hace más fácil la pérdida de equilibrio.
El experto en tecnología Mauro Fuentes, en cambio, ve este nuevo hábito como «una ventaja evolutiva. Las personas hemos desarrollado una capacidad de visión lateral y frontal más allá del móvil. Ahora tenemos la capacidad de andar con el smartphone sin chocar. Tenemos una especie de radar de visión periférica. Hemos empezado a ser como los camaleones. Podemos mirar con cada ojo en una dirección distinta. Los individuos que van caminando con su móvil miran al frente cada cierto tiempo para hacer un informe de los posibles peligros que hay a su paso y siguen andando».
Pero antes de que las legislaciones intenten regular los pasos de los zombies del móvil y de que otros tantos estudios demuestren la evidencia de que caminar mirando un móvil es insensato, dañino y falto de elegancia, los móviles habrán desaparecido. La tecnología tiende a hacerse invisible y quizá, muy pronto, la imagen de un caminante-miramóvil resulte tan curiosa como hoy es la escena de un tipo con unos walkman y unos auriculares.