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Te invito a que te des un garbeo por este territorio fronterizo, donde encontrarás algunas cosillas mías, las de otros y tal vez algunas tuyas, si quieres. Además, también iré colgando algunas de las cosas que despierten mi curiosidad, confirmen o desafíen mi pensamiento y mis creencias, o me generen algún cosquilleoCuando te apetezca acompañarme, ten a mano los auriculares, sobretodo si quieres escuchar bien los mélanges (sorry, pero en ese tema no he aprendido nada nuevo). Y si no visualizas bien la página, cambia la resolución de tu pantalla a 1280 x 1024. Hala pues!, sírvete un drink, unas almendritas o prende un cigarrillo, y pincha el gadget, que esto despega ya...

Aquí el Mix: Una altra galaxia (Pastora)© + Apolo XI.
Aquí el video y la letra en castellano
"Lo que uno ya es incapaz de contar con el cuerpo y el espíritu termina contándolo con la música" S.Marai

12 febrero 2015

Elogio del caminar 2. David Le Breton.

Caminar como renacimiento

Caminar implica reducir la utilización del mundo a lo esencial. La carga que se puede llevar se restringe a lo elemental: un puñado de ropa y de utensilios, algo para hacer un fuego y no morirse de frío, instrumentos para no perderse, un poco de comida, a veces armas, siempre algún libro. Lo superfluo se cuenta en penas, sudor, dolores futuros. El caminar es pues un desnudarse, que revela al hombre en su cara a cara con el mundo. (...)

El caminar es a veces una memoria reencontrada, no sólo debido a la invitación que hace a que meditemos sobre nosotros mismos en el curso de nuestro vagabundeo, sino también porque a veces llega a trazar un cambio que remonta el curso del tiempo y nos libra a un sinfín de recuerdos. (...)
El caminar es un remedio contra la ansiedad o la melancolía.(...). El caminar fabrica lentamente el sentido que permitirá reencontrar la evidencia del mundo; a menudo se camina para reencontrar un centro de gravedad, perdido al haber sido alejado de uno mismo.(...). Muchas rutas son travesías del sufrimiento, que nos acercan lentamente a la reconciliación con el mundo. La suerte del caminante, dentro de su angustia, es la oportunidad que se le ofrece de un cuerpo a cuerpo con su existencia, de conservar un contacto físico con las cosas. Embriagándose de fatiga, planteándose objetivos minúsculos pero eficaces, como ir allí en lugar de allá, controla todavía su relación con el mundo.
(...) La travesía por el desafio moral encuentra en el desafío físico que es el caminar su antídoto por excelencia, el que modifica el centro de gravedad del hombre. Sumergiéndose en otro ritmo, en una relación nueva con el tiempo, el espacio, los otros, gracias a su encuentro con el cuerpo, el sujeto restablece su lugar en el mundo, relativiza sus valores y recupera la confianza en sus recursos propios. (…) Su duración, su dureza ocasional, la vuelta a lo elemental que provoca, hacen que el caminar pueda romper una historia personal dolorosa, abriendo los caminos secundarios del interior del yo, lejos de los caminos trillados donde la pena se va rumiando poco a poco. Hoy se organizan marchas especialmente pensadas para enfermos, de cáncer o de esclerosis múltiple, por ejemplo, para que recuperen la confianza en sí mismos y activen todos sus recursos, tanto fisicos como morales, en su guerra contra la enfermedad. En la trama del camino, hay que intentar reencontrar el hilo de la vida.